Esta es la invitación de mi propia boda, un diseño sencillo pero repleto de mimo.

Queríamos hacer algo especial y que supusiera un presupuesto razonable. Optamos por un estilo natural, en tonos neutros, y apostando por el menos es más. El detalle del lacre, en un tono chocolate cobrizo, aporta ese valor añadido de aquello que se hace con las propias manos.

Un tipo de invitación concisa y que intenta bailar con el estilo del evento; una boda civil, en la montaña, al aire libre y con mucha fiesta veraniega.